EL DÍA DE LA ESPE

Cada vez que escucho hablar por la radio a Mercedes Fernández «Cherines», la candidata del Partido Popular a la Presidencia del Principado de Asturias, suelo confundir su voz con la de Esperanza Aguirre. Hablan ambas con una cadencia y un tono muy parecidos. Ahora bien, aún siendo ambas peperas de pro, justo es reconocer que Cherines es mucho más piadosa en el estricto sentido cristiano de la palabra. Decía el otro día, ante la crítica de la iglesia asturiana a los los disfraces de comunión con los que las familias suelen vestir a sus niños y niñas (porque los jerifaltes de la Iglesia Católica jamás se disfrazan, ¿verdad?), que cada uno es libre de organizar la comunión de sus guajes como quiera, que eso da dinero y es por ende muy bueno para el comercio… Y, además, eso tiene que estar, fijo, fijísimo, en algún evangelio de ésos, lo de favorecer el negocio por encima de las necesidades personales de cada cual, quiero decir.

Homeless couple in Madrid - The Hole between them

Homeless couple in Madrid – The Hole between them

Por su parte, Esperanza Aguirre, al mas puro estilo macarra de El Dia de la Bestia, quiere acabar con toda la gente sin recursos que duerme en la calle porque molestan a los turistas, que éstos tienen derecho a visitar Madrid sin que la chusma indecente moleste su vista, o agreda obscenamente sus frágiles pituitarias. Claro, si los hacemos invisibles es como si ya no existiesen más, ¿verdad? La mierda que está bajo las alfombras ya no es basura nunca más porque la pisamos pero no la podemos ver. ¡Muy inteligente!. No sé todavía cómo lo va a hacer, ¿fumigar masivamente?, ¿comandos nocturnos de exterminio?, ¿enviarlos directamente a vivir al subsuelo entre ratas, mierda y basura? Ay, Esperanza, Esperanza, ¡mecachis!, que eso no es de católica buena, que no vale con sentar a un pobre a la mesa en la cena de Nochebuena. Eso sí, si alguna sin techo queda embarazada, ¡que no aborte, que eso sí que es un puto pecado mortal! Esa cólera de diosa en plena efervescencia electoral, que amagó con que se iba pero al final no se fue… De vergüenza.

(Ah, como dice Jello Biafra en esta bella melodía, mucho más efectiva sería una bomba de neutrones, ¡dónde va usted a parar!)