«Te protegeré del miedo, de la hipocondría, de todo lo que desde hoy turbe tu vida».
La Cura – Franco Battiato
La palabra, dicen, es sanadora… Dicen; el viaje por los versos conoce caminos que, quizá, puedan curar viejas heridas y también alertarnos ante la posible aparición de las nuevas.

¿Qué es el miedo sino la más humana de todas las sensaciones? Miedo al dolor, a su inexplicabilidad, a no encontrar respuestas ante el eterno desafío de la galopante incomprensión humana. Los monstruos que habitan en nuestros interiores están ahí, agazapados y a la espera, buscando con avidez esa grieta para poder salir, no ya como esa luz de la que nos habla Leonard Cohen, sino como ese tornado que nos desubica y nos sitúa en un universo en el que las emociones no son, no sirven de guía a la que aferrarse si la oscuridad aparece de súbito con el único fin de paralizarnos y no dejarnos ser quienes somos en realidad.
Amar el miedo desde la soledad y el mar de fondo de estas palabras.
Ella, amada, querida, deseada, el puerto de origen y el destino; desubicada y luchadora contra sí misma por sí misma con el arrojo de una valentía que en ocasiones parece muy difícil encontrar.
La aceptación, el amor exacto en el momento adecuado: con toda la inmensa dificultad que ese simple hecho (así lo parece) supone.
En Zapatos sin cordones cada poema es un viaje, puede que incluso un exorcismo, la búsqueda de la luz a través de un fuego que nos abrasa pero al que soportamos sobre nuestra piel sin regalar una sola mueca externa de dolor, porque nuestro dolor no es nada, no significa absolutamente nada ante la dureza amada, ajena, que le (nos) permite seguir viviendo.
Todo esto (y más) es para mí Zapatos sin cordones, el último poemario de Julia Navas Moreno, publicado por Chamán Ediciones.
«Y anhelamos, impacientes,
la normalidad anómala de nuestra existencia».
Julia Navas Moreno
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