y entonces se acercó a él
y le contó al oído
que una vez hubo un dios
que se bebió de un trago
toda el agua
de los orígenes
para luego escupir
con desgana
millones de mares
que al instante configuraron
esta aproximación al universo;
como él no creía
en dioses ajenos,
cerró sus pulmones
y cabalgó solo y aturdido
buscando refugio humano
en el siguiente poblado.