SLEEPLESS IN CACABELOS


con diez kilos de sólida pena

que afligen sin pesar

a seres ocultos

diste diez vueltas a mi alrededor

sin pararte siquiera a contemplar

que en realidad

estabas rodeando el lado oculto

de tu mismo ser:

sombra repugnante y maloliente

sutil decepción de ambidiestros amantes

cauterizados por el agua oxigenada

de los tintes heterodoxos

del tiempo y su misma causa

 

perdida ya la fe,

ni esperanza

ni cha cha cha

ni su puta madre

empastillada hasta los tuétanos

de variedades farmacéuticas

aprobadas por sanitarios

ilustres, sabios:

batas blancas como banderas

sin ojetes rojos

que de Japón parecieran

su mismísima bandera

formicarius

¡y viniste a mí aquel día

a pedirme el mar y la sal!

y yo, sin quererlo, enumeré

océanos, uno

tras otro

hasta que la espuma de una ola

que en el Mar de Bering

parecía pedirme a gritos

que la montara sin piedad

 

y ni conducir sé,

bestiario inimaginable

de volantes recios

con pundonor de vueltas perfectas

a circuitos sedantemente sinuosos…

¡Vroooom!

 

está claro, así no podía seguir:

y con el hacha de partir la leña

le corté las uñas a tus demonios

pero se los han vuelto a morder

y he malgastado mi dinero

en litros y más litros

de inútil… Mordex

picante

Read along:

 

29 comentarios en “SLEEPLESS IN CACABELOS

  1. Me has dejado sin palabras, vaya estilo recitando, si el poema en si es una pasada, recitándolo como lo has echo es la leche. Un abrazo Berci y gracias por este acicate ahora ya se en que he de mejorar mucho antes de publicar poemas con voz. 🙂

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  2. Tienes una voz muy radiofónica. Muy buena idea lo de recitar el poema. He cerrado los ojos y me he concentrado escuchándolo. Mucho mejor que cuando lo he leído yo. No se si tienes más poemas recitados, no me había fijado hasta ahora. Si tienes más, dímelo para que los busque y los pueda escuchar.

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