Años 70, cromos, mundiales de fútbol, Daniel Passarella, Baccara, Yes, Sir, I can Boogie (already told you in the first verse…)
Entrega número 43. ¿Actividad paranormal también?
LXII.
“De pequeño me gustaba mucho coleccionar cromos; era mi pasatiempo favorito: iba casi todos los días a la librería de la esquina con la paga semanal, o con las monedas que había podido sisar a mi madre de la vuelta del pan o de la leche… mi corazón latía cada vez más aprisa – ¡pum, pum! ¡pum, pum! – a medida que me acercaba al templo del tesoro; una vez allí pedía cuatro, cinco… no sé, los paquetes de cromos que fuese posible en relación proporcional con el número de monedas que llevase. Los abría uno a uno nada mas salir, unas veces despacio y pasando, a continuación, cada cromo con sumo cuidado: “lo tengo, lo tengo, lo tengo… ¡No! ¡Bieeeen!”. Otras, cuando la colección no era una de mis preferidas, los pasaba rápido, casi hasta con desdén…
Los cromos daban mucha cancha: el acto comunicativo de intercambiarlos…
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VIAJES AL FONDO DEL ALSA 
awwwwwww, yo coleccionaba albumes cuando era chica chica, digase, primera infancia, hasta los 5 años tal vez, y con mi porota hice lo mismo, comprarle un album y laminas, yo se las llevaba cuando iba por ella al jardin… pero era maravilloso… no entendia lo de las laminas repetidas al principio pero ya terminaba enojandose, jajajaja…
que lindo recuerdo.
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Sí, aquella emoción de abrir un sobre y ver cuáles te tocaban, cambiar luego los repetidos con amigos, jugártelos al juego ese que explico en el texto… Mis hijos también coleccionan, aunque siempre les dio más por las cartas Pokémon…
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acá tambien habían juegos para cambiar y jugar laminas…
mi gorda colecciono solo uno y ya dejó esa pasión, jajajaja, veremos si mas grande le da nuevamente… que edad tienen tus hijos?
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13 y 10 años respectivamente. Ya van casi volando del nido… 🙂
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jajajajaja noooo, son chiquitititititititos aun…
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Lo sé, aún les quedan unos añinos bajo el paraguas de papá y mamá… 🙂 Y nosotros, tan contentos
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SIII, a mi me quedan mas años y soy la unica paraguas, jajajajajaja
pero son compañia maravillosa =)
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Que tiempos aquellos y eso que no hace tanto, me acuerdo el cambiar bastantes repetidos por conseguir únicamente alguno que me faltaba 🙂
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Uffff, y las durísimas negociaciones para conseguir uno de los difíciles. Llovían OPAs hostiles por todos lados, jejejeje.
Un beso, Silvia.
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