Años 70, cromos, mundiales de fútbol, Daniel Passarella, Baccara, Yes, Sir, I can Boogie (already told you in the first verse…)
Entrega número 43. ¿Actividad paranormal también?
LXII.
“De pequeño me gustaba mucho coleccionar cromos; era mi pasatiempo favorito: iba casi todos los días a la librería de la esquina con la paga semanal, o con las monedas que había podido sisar a mi madre de la vuelta del pan o de la leche… mi corazón latía cada vez más aprisa – ¡pum, pum! ¡pum, pum! – a medida que me acercaba al templo del tesoro; una vez allí pedía cuatro, cinco… no sé, los paquetes de cromos que fuese posible en relación proporcional con el número de monedas que llevase. Los abría uno a uno nada mas salir, unas veces despacio y pasando, a continuación, cada cromo con sumo cuidado: “lo tengo, lo tengo, lo tengo… ¡No! ¡Bieeeen!”. Otras, cuando la colección no era una de mis preferidas, los pasaba rápido, casi hasta con desdén…
Los cromos daban mucha cancha: el acto comunicativo de intercambiarlos…
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