… DE LA VIDA… XIV

Aún estando de vacaciones y teniendo esto bastante en el abandono (septiembre llegará y todo volverá a la normalidad bloguera), seguiré publicando cada miércoles un nuevo «installment» de los Ciclos de Mil Cabezas. (Claro, es fácil porque ya los tengo escritos 🙂 ) Éste es el número quince.

Ciclos de Mil Cabezas

XIV.

– Comenzamos a hablar después de haber permanecido unos minutos en el más absoluto de los silencios. A mi lado, ella parecía un gigante (como el rey de su cuento…), cada cosa que me contaba sonaba a nuevo para mí. Estaba aprendiendo, tomando buena nota para comenzar de nuevo mi vida desde cero. Todo lo que para mí era antes perfectamente válido, se destruía… Para más cojones, me sentía fascinado por ella. ¡Jodeeeer!…

Pedro vuelve a iniciar una de sus pausas. Parece que sigue recordando para sí mismo y contándose el resto de la historia.

Fernando sigue respetando todos y cada uno de los silencios; deja que su amigo exprese todo lo que siente en cada momento. No se ve capaz ni de preguntar por no interrumpir la conexión establecida entre Pedro y su musa inspiradora.

– Perdona, tío. Me he quedado ensimismado, en blanco. Es la primera vez…

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