FECKIN’ SIX FEET UNDER, EEJIT!!!

La primera que lo dijo fue mi abuela Rosie, apoyada en aquella barandilla de aluminio que nos llevaba al desván mientras fumaba uno de sus cinco cigarrillos diarios,  (ahora imito perfectamente la voz ronca de mi abuela, atención.) “esta niña vale para artista. Llevadla a una agencia y ya veréis como nos saca de pobres.” Pobres no éramos, pero la ambición puede cegar cualquier entendimiento por libre que éste pueda llegar a parecer. De esa manera fueron llegando un anuncio de colonia para niñas, pequeños papeles en series y en películas de toda calaña… Y ahora estoy aquí, yendo hacia esa luz, la luz verdadera, aunque yo no lo sé, eso es lo que me dicen ellos, y yo les hago caso porque ya no tengo otra alternativa, que una cosa es hacerles caso y otra muy distinta creer en ellos, en su mera existencia. Así que, LA LUZ… THE FECKING LIGHT, EEJITS!!!

(Solía ver con mi padre, un guapo irlandés de Limerick llamado Seamus, una serie, Father Ted, y me reía yo mucho con los Padres Jack y Dougal, y ahí se me pegaron ambas palabras, tanto “feck” como “eejit”, ambas al límite lo eufemísticamente correcto, pero muy divertidas cuando son pronunciadas por ellos.)

Lights out!,

He with the cap said

But I was not here,

Not anymore.

Where am I now?

What is this shite?

What is this terrible smell?

Lights out!,

His anguish made him repeat,

But no,

I was not there,

Anymore,

The light was.

Where’s the doctor?

Bring the bloody doctor, NOW!!

No Six Feet Under anymore…

The most oppresive death

Is yet to come,

A death all so, so sudden

That it will frighten

The souls out of your broken bones.

Pues sí, gente corriente que en ese mundo vuestro se ha quedado, ése era mi mejor papel hasta la fecha. Tenía que morirme al principio de un episodio de la serie “A Dos Metros Bajo Tierra”(no era una de mis favoritas, que cada episodio empezaba con una muerte cualquiera que luego quedaba relacionada con la funeraria de la familia Fischer. Mi preferida sigue siendo la de aquella mujer que confunde unas muñecas hinchables que ascienden majestuosas hacia el cielo por el efecto del helio con unos ángeles y con Jesucristo que la llaman a unirse a su ballet celestial; sale corriendo de su coche y, ¡thump!, a tomar por culo.), una de las pioneras de ese gigante llamado HBO, entre las tres mejores de la cadena, dicen muchos de esos ávidos consumidores compulsivos de series.

Al final cambiaron mi muerte por la de un bebé de pocos meses que se despedía de sus padres cerrando poco a poco sus ojos y ya no despertaba más. ¿Cómo lo llaman…? ¡Muerte súbita! ¡Eso! Que se me había olvidado el nombre. Pues sí, también da mucha pena, a pesar de la paradoja que se les presentaba aquí, unas cuantas escenas ya rodadas con una muerte real, la mía. “Pero déjenlo así, no puede haber mejor homenaje que ese”, llegó a decir mi abuela Rosie. Se llegaron a reunir y todo, y al final, pues que no, que no podía ser, que a Alan Ball no le gustaba nada, que resultaba demasiado morboso e irreverente aprovechar una muerte verdadera que no cumplía con las exigencias del guión. ¡Pues vaya! Feck you all, eejits! Nadie me ha preguntado jamás mi opinión, y aquí sigo, escondiéndome de ellos y acostumbrándome a esa mierda de luz que me tiene la cabeza completamente loca. Hace unos días, hablando con Maisie Williams, la que hace de Arya Stark en Juego de Tronos, me dijo aquello que le enseñó su maestro espadachín, “fear cuts deeper than swords”, el miedo hace cortes más profundos que las espadas. Y así es. Todo el mundo me teme, soy como el espíritu burlón del estudio. Menos mal que tengo a Maisie, que es la única que me puede ver y que habla conmigo de igual a igual. ¡Hasta me pide consejo cuando se siente insegura! Porque sabe que yo vivo aquí y que de aquí nadie me podrá echar, ¡JAMÁS!

Soy Heather Becky O’Brian, y a la mierda con esa leyenda que interpreta la cadena como Home Box Office, ¡de eso nada! HBO soy yo.

El último viernes creativo que nos proponen desde el blog elbicnaranja antes de tomarse un par de meses de vacaciones estivales. Y eso que acabáis de leer es lo que se me ocurrió, con un montón de homenajes muy, pero que muy personales.