The walking chair

The walking chair

Que no,

que no camino sin rumbo,

sin tiento alguno

ni entrenada destreza obsesiva.

Que la madrugada ya se ve cercana

y la necesito conmigo.

Por eso recurro ansiosa

al movimiento imposible.

Me levanto y ando,

sigo el teatro

en penumbra

de mi pura esencia,

en mi forma,

en mi ser inerte…

Mas me muevo,

camino y ando,

me desplazo torpe

en su aguerrida busca.

En otro tiempo la tuve,

y me complementaba.

Ahora me miran serios,

como a trasto inútil

en la esquina muerta

de la muerte cercana.

Ya amanece.

Ya han llegado.

Deslumbra el color naranja

que cubre su cuerpo enjuto.

Cada lágrima que resbala

viaja sin prisa

por su desencajado rostro

para luego rebotar violenta

contra el suelo seco

de este silencio compartido.

Setecientos veinte segundos

de una cuenta atrás.

Una más.

No, no lo he conseguido.

Ahí está mi Némesis,

orgullosa de su altiva presencia.

Ha llegado a tiempo,

jactanciosa y presuntuosa

de su innata electricidad.

(Poema inspirado por The walking chair, Susana G López. Tinta china.
Some abstractions with chinese ink and watercolors (cobalt turquoise and a kind of orange. Brand:Schmincke. Propuesta hecha desde La Poesía No Muerde el pasado 6 de mayo. )