un automatismo
y otro más…
transcurridos dos segundos:
marasmo de engendros,
de gestos pérfidos
y sonrisas dentífricas
asomando con su luz
entre dientes cariacontecidos
por el helado frío
de una magia incontinente:
refugio de vagos,
maleantes y putas:
piojos felices
del pelo social
del champú aniquilado:
que aseados nos quieren:
bienolientes,
mercrominantes,
ventiladictos
entre corrientes
de brisas rítmicas,
olímpicas
y atemperadas.