Cerezas llega a su novena entrega. La corriente de los tiempos sigue arrastrando a los hermanos. El final de la historia se acerca…
IX.
Álvaro, tras su mítica lucha contra su otro yo, se aferró con fuerza al trabajo. Era capaz de seguir perfectamente el ritmo infernal que imponía su hermano. Antonio no salía de su asombro: el que antaño había destacado por su poco espíritu de trabajo ahora parecía uno más del pueblo, de los que estaban acostumbrados a soportar sobre sus espaldas intensas jornadas de trabajo en época de cerezas, en época también de vendimia, que no sólo de cerezas vivía el pueblo; jornales y más jornales de viñedos se extendían por todos los alrededores de Cacabelos. Pero los “paparranes” no habían heredado ninguna viña. Era una de las pocas familias que no podía presumir de elaborar sus propios caldos, aunque sí que podían disfrutar de aquéllos que tan cuidadosamente elaboraban muchos de sus convecinos. Antonio siempre ayudaba en las tareas de vendimia a todo aquél que se lo proponía, e…
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¿Este fragmento pertenece a una novela, José? ¿Cuántas partes serán?
¡Saludos!
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Hola Daniel… Ando un poco desconectado últimamente, y he de reconocer que debo ponerme al día con tus estupendos relatos. Sí, es parte de una novela que escribí hace unos años. Cerezas es una historia que se relaciona con toda la anterior, Ciclos de Mil Cabezas, en un pasado común a los personajes que la protagonizaban. Un poco laberíntico todo, cierto, pero al leerlo todo se produce, creo, la conexión deseada.
Un abrazo, amigo.
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Si de desconectamos hablamos… (me incluyo).
Yo la verdad es que admiro a quienes hacen novelas. Me estoy descubriendo cada día más y más ineficaz para mantener ficciones largas. En serio me cuesta mucho, mucho trabajo, sobre todo porque hablo de repente de cosas tan similares o tan homónimas que temo sin darme cuenta plagiarme a mí mismo o algo así jajajaja.
Ya que tengas terminada la de Ciclos, espero poder leerla con calma/de tirón, porque leer por entregas nada más no se me da (la otra ahí la tengo apuntada).
Un abrazo desde acá también, amigo.
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Esta novela ya tiene sus años, para mí es todo un descubrimiento ya que la tenía olvidada en un rincón, y me hace gracia redescubrirla. Tengo otras dos por ahí a medias, una ya con casi 700 páginas… Tendré que animarme e intentar acabarlas…
Abrazos grandes, Daniel.
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¿700 páginas?
Nada más pensar esa cantidad me infarta. Es muchísimo. Y yo que doy saltos de éxtasis cuando un cuento mío alcanza las 10 páginas jajajaja.
Abrazos.
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Ahora que lo pienso, tienes razón… ni siquiera sé cómo he llegado a escribir tantas 😉
Abrazos.
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Me cuatrapié jaja. La que tengo anotada es la de Ciclos, y espero que termines la de cerezas 😛 Te digo… desconectado y con la mente partida en pedazos.
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Y si hablamos de algo… j re
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Hecho. Tú dirás…
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juuanre@hotmail.com Si te parece me envias tu e mail y te lo digo pero es relativo al curso de taller de Escritura saludos
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Mi correo es josinynuri@gmail.com
Un abrazo.
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ok el niño ya ha salido para alli j re
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