nado libre entre jugos lixiviados de decepción enlatada
competiciones europeas muy de actualidad:
no se trata de decidir campeones deportivos
héroes sintácticos de balompìé milenario
que ellos son españoles,
españoles
y mucho que lo son
a pesar de las líneas continuas
de las carreteras que llevan
cadáveres que sonríen
sin querer
a un más allá
de aquel camino
preconizado por Cormac McCarthy;
el campeonato del que os hablo
es para decidir cuál de los países de esa Europa
(que ya ha muerto
ahogada en su propio miedo
en el asco
de sí misma)
es el más tonto, imbécil, gilipollas…
el Reino Unido se puso en cabeza
pero no se esperaban
la inmediata reacción patria:
ese viaje al centro
esa masa informe de caminantes blancos
portando con orgullo
paPPeletas corruptamente incorruptibles
intangibles e inmortales
impasibles
ademanes de herencias consentidas
con tintes azules
y aromas de eternos varones dandy
sólo tres días, y ya vamos ganando
otra vez
otra copa
otro euro
otra mejilla más
que poner ante vuestras sonrisas
y ya van…
ni lo sé
ni me interesa ya
hoy ya no recibo:
españa, doce puntos
de sutura
en la dignidad
de la mancha humana:
camino de efímeras glorias
nunca olvidadas
nunca recordadas
en la fiesta de la
(sueño eterno de brisas matutinas
esas que nos van despertando
a hostia limpia
en las mañanas imbéciles
de cada descubrimiento)
democracia activa:
y ya van…
ni lo sé
ni me interesa
¡YA!
Odio la política, pero estoy completamente de acuerdo.
Papeletas impasibles frente al miedo inglés o manos que no tiemblan eligiendo lo que creen fuerte, lo conocido…, a saber.
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No lo sé, Valeria. Lo que tengo claro es que a la gente le da igual el trabajo precario, la Ley Mordaza, la LOMCE, los recortes sistemáticos en educación y esn sanidad, la manipulación de los medios de comunicación, la corrupción y el robo genneralizado. De mano, podrían institucionalizar esto último, regularizarlo a través de los impuestos con una casilla en las declaraciones de la renta, una que diga «para subvencionar el robo sistemático por parte de sus dirigentes»
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Muchos no lo sufren, otros… «Es un mal necesario»… La excusa del ignorante, que por vago siempre va al mismo color, la roja, que cosas del destino que en lo que s fútbol se refiere seamos la roja…
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Sí, en el fútbol «la roja»… Recuerdo que, tras el mundial aquel, hubo una petición que recogía firmas para que se dejase de llamar La Roja a la selección. No sé qué habrá votado ayer esa gente 😉
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Como nos gusta perder el tiempo, en banalidades de porque se llama a esto así….
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Juegos que se prolongan en la edad adulta… y, para más inri, juegos ajenos…
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Juegos que mas parecieran batallas en las que el todo o el nada nos deja el sabor agridulce de la bandera izada sobre los cadáveres que dejó la derrota de una guerra encarnizada sobre los que queremos seguir y los que se acomodan en sus butacas
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No se puede describir mejor. Imposible.
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El mar da claridad a mis pensamientos y más cosas que …
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… se cortan con el ruido de las olas.
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O dejo que estas las arrastren para que no perturben La Paz del momento
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