perdida
una lengua más
con el mensaje de las grúas:
queremos vivir
en la penumbra
de las nubes:
en el cielo desconocido
que no dibuja
pájaros que vuelan
ni ramas de árboles
que desafían
la gravedad imaginaria
del peso muerto
de hojas que ya no son:
lenguaje perdido
de grúas que nos hablan
de abismos imaginarios
y jaulas diseñadas
para humanos destilados:
reserva de la especie
vicio contenido
agarrado a pliegues
de nubes
adictas a la lluvia
esa morada ajena
a todos esos globos
que presos de helio cabrón
visitan mausoleos
alejados: fetichismo
animado
de esporas secas
sobre ladrillos amarillos
|
cristales rotos:
ventanas abiertas
que forman mapas
de países inventados
mutilados por piedras
que agonizan
sin aspavientos
en su mismo interior:
anodino y borracho
de decalitros
de fronteras
dibujadas
a pedradas:
en su intestino
grueso
se asienta
el reloj mancillado
el grito de rotaciones
bestiario insurgente:
lápida efímera
de la leche condensada
de vuestra mueca infinita:
desagrado constante
de civilizaciones limpias
que viven del recuerdo andrajoso
de un par de mamadas
a los palos cruzados
que soportan con levedad
un peso aliviado
por la lluvia intensa
de rocas
de balas
oxidadas
lanzadas por cañones
también oxidados:
como no sé
si sabes
que lo sé:
ya me quedo dentro
a esperar
bien ventilado
tu próximo ataque
pleno de piedras
lleno de gracia
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