Penúltimo capítulo: volvemos a un momento del pasado entre Pedro e Ingrid.
LX.
Escena final: Pedro e Ingrid en una sidrería de Oviedo; es un domingo de resaca, como casi todos; ambos protagonistas discuten en perfecta simbiosis.
– No te cortes, venga, venga, más… sigue. Si quieres pido una libreta en la barra y me apuntas en ella todos tus conocimientos sobre el séptimo arte… y eso de no-sé-qué de “jot”… pero tú, ¿de qué vas? No eres más que un pedante… patético…
– Desisto. Eres imposible, sabes bien cómo joderme… pero es que vas siempre atacando con lo evidente… no hay manera…
– ¡Hala! No te desesperes… Es que me jode un montón que te las des de listo conmigo; eso mejor lo dejas para los impresentables de tus amigotes.
– ¡Nah!… No insistas; paso de seguir con esta discusión.
– Sí, anda… vámonos a casa, que tengo que tomar una pastilla para el dolor de tarro.
– ¿Pero no te…
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