Chicos, balompié, testosterona garrula a tope… Y el misterio que se hace más y más grande. Vigésimo sexta entrega de Ciclos de Mil Cabezas.
XXV.
La habitación de Pedro se había convertido en un mini-estadio. Quince personas comentaban los primeros lances del encuentro. Pronto serían catorce: Fernando se iba, no se consideraba emocionalmente preparado para soportar dos horas entre semejante jauría. Pedro lo acompañó hasta la puerta.
– Te veo en clase mañana.
– Sí, claro, a las cuatro en Literatura Norteamericana.
– Y luego nos vamos a tomar algo, que no he podido explicarte bien toda la historia, mi dilema, y, como puedes ver, ahora no es el momento.
– Ya… Ya veo que esto se anima mucho cuando hay fútbol.
– Bueno, no te creas, no siempre, sólo en partidos importantes.
– Anda, vete a ver el fútbol, que por lo que están chillando debe suceder algo relevante. Nada, lo dicho, ¡hasta mañana!
– Hasta mañana… Oye, Fernando.
– ¿Sí?
– Gracias por traerme los libros… y por escucharme.
– Ha sido…
Ver la entrada original 922 palabras más
Me encantaba la mala uva de hristo stoichkov jajajaja tenía un par.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No le tocaba los cojones ni dios… Un héroe 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona