No me miren asi,
Que llo no soy un animal,
Que si e echo lo que e echo
Es solo por la decencia
De esta, mi patria,
Que tiene tiera
Mas qe de sobra pa sepultar
Tanta escoria bolchevique.
Y que si lo mate,
Un rojo menos, un maricón menos,
Dos tiros en el culo
Pum, pum
Y a tomar por el mismo.
No me yega la escoria esa
A la altura de mi moral.
Banderas victoriosas…
¡Arrivaspaña!
Calor,
Demasiado calor el de la tierra
Que me cubre ahora.
¿Y qué culpa estoy pagando yo?
¿Qué odios son estos
Que matan sin preguntas,
Sin mano alzada
Que responda por actos
Que ellos ven deleznables?
¿Se acordarán de mí dentro de veinte años,
De cincuenta, de cien?
¿Seré el poeta olvidado
Mientras rosales ya secos
Se llevan la loa al poeta amado,
Querido y cantado por su pueblo?
Soy incapaz de despejar
De tierra mis fosas nasales.
A mi lado yacen hombres
Que ni siquiera conozco,
Y es muy tarde ya…
No hay campanas
Que toquen a muerto
Por ninguno de nosotros,
Sólo disparos, y sangre,
Más sangre que se derrama
Para que desborden de ira
Los ríos maliciosos
De vuestras caníbales conciencias…
No hay luz a lo lejos,
Y yo me apago,
Me dejo llevar
Por el arrullo de gusanos
Que se acercan golosos a mí.
Se despide un poeta de este mundo
Sin haber podido siquiera escribir
Sus últimos versos.
¡Que alguien toque para mí, por mí
Por mí ese piano de cola!