MUTACIÓN NOSTÁLGICA


“Como siempre que hay una gran mutación, emergen las nostalgias, y la nostalgia puede ser Ada Colau, con una idea… o Podemos, con una idea de una Arcadia Comunista feliz; o puede ser ISIS, que yo no diría que es una vuelta al siglo XVII, es una nostalgia del siglo XI.” – Ana Palacio, exvicepresidenta del Banco Mundial y Ministra de Asuntos Exteriores entre 2002 y 2004, durante el segundo mandato del Partido Popular con José María Aznar de Presidente que, como todo el mundo recuerda, “estaba trabajando en ello”.

Yo, la verdad, fue escuchar esto y, en buena lógica, reírme con ganas en primera instancia, imaginarme cualquier película de serie B, Astro Zombies, por ejemplo. «With just a touch of my burning hand, I send my astro zombies to rape the land» (Con tan sólo un toque de mi mano ardiendo, enviaré mis astro zombis a invadir la tierra – ¿un astro zombi? Pues cualquier concejal de estos mutantes nostálgicos, claro. )

Pero, ¡ay!, una segunda escucha, esta vez sin imagen, desde la radio, me trajo a la mente a Chomsky, pero no al Chomsky pensador y combatiente, sino al lingüista, al primer Chomsky de aquellas primeras teorías lingüísticas tan revolucionarias, aquella primera versión de la Gramática Generativa Transformacional de 1957, las Estructuras Sintácticas. ¿Y por qué? Pues muy sencillo, quiero saber los porqués, quiero ver cuáles son los caminos que pueden llevar a una persona a afirmar sentencias tales. Bien, en esa primera teoría de 1957, el lingüista desarrolla la idea de que en cualquier lengua una oración tiene dos niveles de representación, una estructura profunda y una estructura superficial. La primera, la estructura profunda, representa las relaciones semánticas básicas de una oración en base al innatismo de la capacidad del lenguaje, suponemos que es válida para cualquier idioma, claro, ya que ésta revela propiedades comunes a todas las lenguas, las cuales quedan ya ocultas una vez llegados a la estructura superficial, la cual conseguimos aplicando diferentes tipos de transformaciones para cada tipo de oración, repito de nuevo, sin ser en ningún momento conscientes de ello. Un ejemplo práctico, la transformación de una estructura profunda, una oración afirmativa (suponemos que las oraciones afirmativas constituyen la estructura profunda y a partir de ahí se construyen las negativas y las interrogativas) y en voz activa, a una negativa y en voz pasiva:

E. P. – Ana Mato compró el confeti

Bien, ahí aplicamos dos transformaciones a esa estructura profunda para llegar así a la estructura superficial; primero la Negación, “no”, y luego, en un segundo paso, la pasiva, que implica varios movimientos, el objeto de la estructura profunda pasa a ser sujeto paciente, el sujeto de la profunda se mueve al final de la oración como complemento agente, precedido por la preposición ‘por’, y por último, añadimos el verbo auxiliar ‘ser’ en su tiempo correspondiente para conseguir finalmente una oración en perfecta voz pasiva. Obtenemos, pues:

E. S. – El confeti no fue comprado por Ana Mato.

Pero reconozcamos que es ésta en sí misma una oración muy sencilla, por tanto, vamos ahora a la del principio de este artículo, la de la mutación, la nostalgia, el Califato, etc.

Tras darle muchas vueltas, ya que estamos ante una estructura la mar de compleja tanto semántica como sintácticamente, he llegado a la conclusión que paso a explicar de la manera más sencilla:

E. P. – Nosotrxs estamos acojonadxs y tenemos un pánico de la hostia puta.

E. S. – Nos remitimos a las oraciones en cursiva que abren esta disertación.

Hablando de nostalgia, esto sería analizado y explicado así allá por 1957, con Estructuras Sintácticas, y teniendo en cuenta, por supuesto, quién tenía el poder en este país. El bueno de Noam desestimó años más tarde esa primera teoría, así como varias posteriores, para llegar a la conclusión de que la verdad lingüística definitiva está en el Programa Minimalista, el cual trabaja sobre la hipótesis de que la Gramática Universal (los principios comunes que comparten todas las lenguas) no es más que un diseño perfecto, en el sentido de que solo contiene lo estrictamente necesario para cubrir nuestras necesidades conceptuales, físicas y biológicas. Aaaaanda, acabáramos, era eso… Y ahí volvemos a la misma conclusión de antes, “miedo, tengo miedo, miedo de perderte…”

(¿Y la Arcadia a la que se refiere? ¿Es Grecia acaso? ¿Syriza? ¿Qué opina de Varoufakis? ¿Qué ha hecho Ana Palacio todos estos años? ¿Es más de Breaking Bad o de True Detective? ¿Quiere ella ser la Califa después del Califa o no dejar que nadie más llegue a pisar ese Califato tan suyo, tan privado, tan liberal?

Will you miss your “Paradise Lost”?

Who the fuck is afraid of Ada Colau?)

Well, 1957, that year, you know, “well, that’ll be the day when you say goodbye…”

13 comentarios en “MUTACIÓN NOSTÁLGICA

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