Viajes al fondo del ALSA – parte II.
Cuenta la leyenda que el hombre no es capaz de hacer dos cosas a la vez. Voy a contradecirlo, sé de uno que puede dormir, escuchar música y percatarse de sus propios ronquidos durante una hora larga… 6.30 am, yo mismo y sin alejarme.
Viajes al fondo del ALSA – parte III
Me despierto a la altura de Nava y veo que todos los demás viajeros tienen la cara de Adolfo Suárez. Cambio de postura en mi asiento y, tras un ronquido ultrasónico, abro los ojos, compruebo la realidad: era la gente habitual. Sigo durmiendo.
Viajes al fondo del ALSA – parte IV.
– Zzzzzz… Zzzzzz… Jraunmm… Zzzzzz…
– Profe… ¡Profe, despierta, que ya llegamos!
(Ese jueves, tan lejos, tan cerca…)
Ahora, en la Gran Bretaña los niños pueden estar en los pubs hasta las 6 de la tarde. El único inconveniente es que, si mandas al guaje a la barra a comprar patatas fritas, éste vuelve cariacontecido diciéndote que le cuentan que sólo un adulto puede pedir… («¡Cagüensuputacuadriculez!», piensas casi en voz alta)…
Al menos, vas al baño, te lavas las manos con agua caliente y un jabón que huele la mar de rico y sano, y te las secas (pero secar, secar de verdad, sin que quede una gota – por algo la maquinita se llama «airforce», digo yo), y sales del baño con cara triunfal, sin necesidad de agitar las manos o de secarlas sin disimulo a la parte trasera de tus vaqueros…
«Another pint of London Pride, please!»
Bueno… Adolfo Suárez era un hombre bastante atractivo… podría haber sido peor… Cuidado con el airforce, reseca mucho la piel.
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Sí, entre él y luego Felipe González encandilaron a una buena masa de gente que no veían más allá de su belleza y su verborrea. La primera vez que pude votar, me tocó ser vocal de mesa en el referéndum de la OTAN, y allí llegaban señoras preguntando cuál era la papeleta para votar a Felipe. Todo un circo, la verdad.
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Jaaaaaaaaaaaaaaaajajaja
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(“¡Cagüensuputacuadriculez!”, ) jajajajajajajajajjajajajajajajajajja bravooo por la observación!!
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Lo mejor vino luego, cuando ya había comprado la bolsa de patatas fritas, se la di al guaje y le dije «anda, pasea un poco delante de ese señor de la barra mientras comes las patatitas, a ver si llama a un bobby y nos detienen» Son tremendos, les cuesta salirse de la norma.
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Desde luego, peor hubiera sido abrir los ojos y que todos tuvieran la cara de Rajoy.
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Eso ya para los que nos gusta el terror psicológico bien traído, con sustos inesperados, muchas sombras y poca sangre 🙂
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Thank you for your like
Love the video
As always Sheldon
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Thanks to you, Sheldon!!
I love your blogging!!
And the video is quite a satire of politeness and good manners 🙂
José Yebra
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It’s a great satire
And quite funny at the sane time scary
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That was my intention indeed!! 🙂 Thanks again, mate.
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