VIAJES AL FONDO DEL ALSA – PARTE I


MOM DAUGHTER BUS«¡Mecagüen toda tu putísima raza, hija de la gran puta, que parece que tienes la peste metida en lo más hondo de las entrañas!» – Una madre joven a su hija de 2-3 años.
Me bajo en la parada del Milán; duermen abrazadas; la pequeña parece feliz en sus sueños mientras mueve su boca al ritmo del chupete…

10 comentarios en “VIAJES AL FONDO DEL ALSA – PARTE I

  1. Bueno, de tan breve texto puedo deducir que eres asturiano. Te comparto mi experiencia del fondo de la EMT madrileña de ayer. Me siento al lado de una joven, a la que supongo dominicana (ya voy afinando lo de los acentos), de unos 110 kg, que llama por teléfono a un individuo al que llama «mi amol» (de ahí lo de dominicana) y con el que resuelve un determinado asunto doméstico x, que no viene al caso, durante unos cinco minutos. Cuelga el teléfono de manera que puedo leer el nombre en la pantalla: MACHO. No me dio tiempo de estallar en carcajadas, porque un señor de pelo cano empezó a gritar desde la otra punta del autobús. Por lo visto, una mujer que estaba cerca había hecho un comentario racista respecto a los gitanos, y este hombre lo era, aunque no lo parecía, y le echó una bronca de padre y muy señor mío, dejándola en evidencia delante de todo el mundo, con un vocabulario exquisito y con toda la razón además. Y ya llegó el fin del trayecto, que si no, me da para escribir un Quijote… saludos!

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    • Viajar en transporte público es como entrar en otra dimensión. Lo encuentro divertido, uno aprende, se indigna, duerme a ratos… Ah, sí, soy asturiano originario del Bierzo. Decidí ir recopilando varios escritos sobre mis experiencias de viajes en ALSA de Oviedo a Cangas de Onís y viceversa. Ante todo, soy muy observador e intento recordar todo tipo de situaciones y conversaciones y luego ficcionarlas para ver qué sale. ¡Un saludo!

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  2. Con que así inició todo…. con una niña de entrañas olorosas. Buen inicio.
    Ahora ya me quedó claro que son los viajes al fondo del Alsa. O eso creo jaja. Antes pensaba que era una suerte de relato fragmentado con personajes distintos, lo cual me parecía curioso y no acabé de comprender la conexión, así que aquí me tienes, indagando jaja (cual stalker).
    Un gusto tener ya todo más claro, y leerte por supuesto.
    Un saludo 😀

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    • Cada viaje es un capítulo diferente. Casi todos son reales, porque un alsa (término que utilizamos aquí, en Asturias, para referirnos a los autocares de transporte interurbano) da para mucho. Viajes de hora y media cada día, con infinidad de paradas entremedias, ése es mi destino cada día de semana para ir a trabajar 🙂
      Gracias, Daniel, creo que igual tenía que haberlo explicado más detalladamente.
      Saludos

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      • No pasa nada, tan sólo es una hora menos de lo que solía hacer en Londres hace años. Procuro ir durmiendo, escuchando música y/o a las personas que suben y bajan, así puedo escribir historias sobre ellas.

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      • Eso suena tan bien. Me gusta. Yo suelo escuchar lo que la gente habla en el camión o en los cafés – cuando lo hacen audible, claro – porque me ayuda a conocer el drama de lo cotidiano (algo sobre lo que me gusta escribir). Y cuando no, uso lo que mi bendita carrera me enseñó y me pongo a leer su comunicación no verbal (soy psicólogo), y es igual de estimulante.

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