Como que ya estuvo bien, ¿no? ¡Un blog, un puto blog! Todo por ahí deslabazado, tan organizado como mi cajón de los calzoncillos. Pero se acabó… (porque yo me lo propuse y sufrí), remedio que cura una enfermedad que ni siquiera se puede decir que hubiese existido antes.
Ahora toca recopilar todos esos escritos perdidos entre la maraña de publicaciones de facebook e ir organizándolos cronológicamente… o no… o sí, no tengo ni idea ahora de cómo hacerlo. ya se me ocurrirá algo, porque pensar, lo que se dice pensar, lo intento cada día.
Lo dicho, «welcome to the ALSA jungle, we’ve got fun and games…»
Facebook y metroflog eran mis plataformas favoritas para vomitar pensamientos, ahora sólo lo uso para compartir los links al blog jajajaja. Un blog siempre ayuda.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo sigo utilizando Facebook y hace poco que empecé con Instagram. Nunca he tenido Twitter, quizá porque me agobió demasiado ver a todos mis compañeros y compañeras pendientes de los dichosos tweets a cada instante. Me conformo con ver a las celebrities leyendo sus «mean tweets» en el programa de Jimmy Kimmel 🙂
Blogs, pues sólo tenía uno dedicado a mis clases y demás, éste es el primero que dedico a mi faceta narrativa, y lo estoy disfrutando a raudales.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo es el segundo que tengo. El otro digamos que me ayudó, primero a mi faceta como lector-analítico de textos, luego como vomitador de emociones (mis pinitos como escritor), y luego, cuando me sentí listo para hacer algo más «serio», abrí este.
A mí twitter me da un poco igual sólo lo uso para publicitarme jajaja.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y no solamente se trata de escribir todo lo que te apetezca, sino de leer escritos de gente tan, tan buena que hasta te da vergüenza a veces seguir subiendo entradas 🙂 (por no hablar de fotografía, pintura, etc…) Es reconfortante, te das cuenta que todavía hay esperanza en este jodido mundo.
Me gustaMe gusta
Eso me paso recién en woredpress. En blogspot no tuve esa suerte. Acá hay gente tan prolífica que hasta miedo me da. La buena noticia es que, ahora ya no me puedo quejar de no tener material, porque leer, recibir retroalimentaciones y escribir (todo junto) te lleva irremediablemente a escribir y a escribir. Mal de escritores (o mío, no sé).
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, una especie de efecto dominó literario. Yo, ahora, no veo el momento del día para ponerme a escribir compulsivamente… Esa extraña adicción.
Me gustaMe gusta